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Edu Mateo: Una Vida Entre Riffs, Metal y Kilómetros en la Carretera

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El programa EntreMúsicos de Alamedana TV entrevistó a Edu Mateo, un músico con una trayectoria sorprendentemente larga a pesar de su juventud, que ha pasado de liderar su propia banda de metal a tocar el bajo en el circuito nacional y participar en múltiples proyectos con su guitarra. 🎸

Para Edu Mateo, la música es una herencia familiar. Descubrió su pasión gracias a su primo mayor, a quien le «robaba» música metal de bandas como Helloween y Judas Priest. Esta influencia inicial marcó su camino, aunque su versatilidad lo ha llevado a explorar diversos géneros.


De Liderar el Metal (Mnemofobia) al Standby

El primer gran proyecto de Edu fue la banda de metal Mnemofobia, a la que se unió a los 16 años como guitarrista, pero terminó consolidándose como el cantante y líder. La banda grabó el disco Háblame (alrededor de 2018) y tuvo un inicio muy activo, ofreciendo más de cien conciertos en su primer año.

Sin embargo, tras un periodo de altibajos y la falta de avance, el grupo decidió entrar en un estado de «standby». Edu explica que, aunque tenían temas nuevos y muy buenos, la falta de continuidad y la imposibilidad de salir a tocar o grabar llevó a tomar la decisión.

«Había un junque el cual estabas atado y no te dejaba tirar,» afirma Edu, reconociendo que si un grupo no avanza, algo debe cambiar.


El Salto a las Grandes Ligas con Cherokee

Uno de los capítulos más singulares de su carrera fue su ingreso en la banda de rock nacional Cherokee. Aunque él es guitarrista, se presentó a la audición para bajista animado por su tío. Logró aprenderse los temas «de oído» en tiempo récord.

Tras ser seleccionado, grabó el tercer disco de la banda, realizando las líneas de bajo y coros, y experimentando una nueva forma de trabajar:


Múltiples Identidades: Del Tributo al Rock Urbano

Actualmente, Edu Mateo compagina varios proyectos, mostrando su gran versatilidad:


El Mejor Consejo y el Mayor Desafío

Edu es un fanático de las guitarras con «picos» y «ondas,» como su Gibson Explorer y su Jackson Randy Rhoads, y se declara un gran admirador de Ronnie James Dio (frente a Ozzy Osbourne), a quien considera el mejor cantante de la historia del género.

Al reflexionar sobre su carrera, ofrece un consejo clave a los jóvenes músicos:

«Que no lo deje nunca. Cuando veas que no avanzas, que no puedes más, que te frustres, busca otra salida pero nunca dejes la música.»

Para él, lo más duro de la música son «los malos rollos» y la convivencia dentro de la banda, que se nota en el escenario si no hay buen ambiente. Lo mejor, sin duda, es la conexión con el público: «ir a 1000 kilómetros de tu casa y que alguien tenga una foto tuya para que se la firme,» es la mayor recompensa de una vida dedicada a las seis cuerdas.

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